Inseguridad galopante
POLÍTICA DE SUMA CERO
Las baterías se han orientado hacia la Secretaría de Seguridad Pública y su titular JOSÉ RAYMUNDO TUÑÓN JÁUREGUI, ante el clima de inseguridad y alta criminalidad que se ha dado en la entidad en los últimos tiempos. En efecto, del domingo 15 al lunes 16 de abril, diversas fuentes periodísticas documentaron once asesinatos, ubicados en Juchitán, Pinotepa Nacional, San Juan Lachigalla y Tuxtepec, que sólo ahí sumaron siete en menos de 12 horas. Posteriormente se dieron otros en San Pedro Mixtepec, Juquila y Santa Gertrudis, Zimatlán. La estadística de homicidios dolosos se ha incrementado sustancialmente, de tal suerte que hoy, en la opinión pública oaxaqueña, el 75 por ciento de los ciudadanos admite que vivimos altos índices de inseguridad.
Ayer jueves, en un lapso menor de ocho horas se cometieron dos ejecuciones en Juchitán de Zaragoza. No es pues, una percepción mediática como dijo TUÑÓN JÁUREGUI, sino una realidad cruda y lacerante. Sin duda pues, los operativos policiales que se han montado para prevenir la comisión de delitos no han funcionado. Es cierto, a nivel nacional y en vísperas del proceso electoral la inseguridad se ha disparado en el país. La emboscada a una patrulla de la Policía Estatal de Guerrero, que fue videograbada por un criminal, hace pensar que la estrategia desplegada por el gobierno de ENRIQUE PEÑA NIETO ha sido un rotundo fracaso.
Más preocupante resulta que estos criminales desalmados, cebados en sangre, vayan a ser objeto de amnistía como propone el candidato de la coalición “Juntos haremos historia”, ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, de llegar a la presidencia, cuando ante hechos tan horrendos, lo que había que reabrir en México es el tema de la pena de muerte. Desafortunadamente tenemos las comisiones de derechos humanos, listas para testificar a favor de los criminales. Ello no obsta para decir que en Oaxaca vamos bien. El gobierno de ALEJANDRO MURAT debe exigir cuentas a los responsables de la seguridad ciudadana, pues da la impresión de que desconoce lo que en realidad ocurre en este rubro.
La tendencia que marcó al gobierno de GABINO CUÉ en este tema, sigue lacerando duramente a ciertas regiones del estado. La inseguridad se vive día a día en poblaciones como la ciudad de Oaxaca, Tuxtepec, Pinotepa, Juchitán, Miahuatlán de Porfirio Díaz, Ejutla de Crespo, principalmente. Ahí –como ya hemos dicho- la muerte tiene permiso sin que las autoridades muevan un dedo para evitarlo. De seguir así, no hay que dudarlo, pronto estaremos como en Guerrero. (JPA)